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28 de abril de 2015

Practicar

1 JUAN 3:8: El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
La práctica de algo, sea un deporte o un pasatiempo, nos hace cada vez más ágiles y dispuestos. Para practicar algo debo invertir tiempo, esfuerzo, energías, dinero y todo lo que tengo. Los seres humanos practicamos muchas cosas durante la vida, buena o mala, pero sin lugar a dudas la más horrorosa es la práctica de una vida pecaminosa. Por cierto esta práctica no tiene nada de provechoso, sino que es altamente destructiva y está contra la voluntad de Dios. Una cosa es cometer un pecado y otro muy diferente es vivir en un constante estado de pecado.
Una cosa es resbalar una vez en la vida y otra muy distinta es vivir por el piso todo el tiempo. Lo maravilloso del Evangelio de Jesucristo, es que Dios nos ha sacado de la práctica constante del pecado a una vida nueva donde pecamos algunas veces. La diferencia es notable, pues el que vive practicando el pecado debe renunciar a eso y convertirse a Cristo para cambiar la práctica del pecado por la práctica de la santidad y la pureza. En el proceso de alcanzar santidad y una vida más elevada, y cercana al Señor, están todavía aquellos pecados que cometemos los cuales al ser confesados al Señor podemos ser limpiados y perdonados por la sangre de Cristo. De usted depende el practicar el pecado o la práctica de la santidad. ¿Para que lado va usted?


CONFESION DE FE:
HE RENUNCIADO A LA PRACTICA DEL PECADO POR LA GRACIA DE CRISTO

ORACION:
¡Te alabo oh Dios, porque me sacaste del fango del pecado y de practicar constantemente la maldad! ¡Gracias porque ahora puedo caminar en tu camino practicando la santidad!

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