Vistas de página en total

28 de junio de 2021

Una Fe funcional


 “No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús”. Filipenses 2:4-5 (NTV)

Cuando estás en conflicto, la forma cristiana y amorosa de desactivar la tensión es buscar entender antes de buscar que te entiendan. Intenta averiguar lo que la otra persona está pensando y diciendo antes de que comiences a intentar convencerlo de tu punto de vista.

No puedes esperar ser entendido hasta que estés dispuesto a hacer lo mismo por los demás. La Biblia dice, “Precipitarse a responder antes de escuchar los hechos es a la vez necio y vergonzoso” Proverbios 18:13 (NTV).

A menudo estamos tan ocupados intentado hacer que las personas vean nuestro punto de vista que no nos detenemos a escuchar lo que ellos están diciendo.

Por eso es qué necesitas decir: “Tú primero”, y entonces, después de que hayan compartido, di, “Ahora, déjame ver si entendí. Estás diciendo (repites lo que entendiste de lo que te comunicaron). ¿Es correcto?” Eso les dará la oportunidad de corregir y no solo ser escuchados, sino también sentirse entendidos.

Buscar entender primero también te permite ver la perspectiva de la otra persona. Filipenses 2:4-5 dice “No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús” (NTV).

Estamos en el grosor de una pandemia llena con muchas discusiones acaloradas sobre la mejor manera de salir adelante. Todos tienen su perspectiva, pero parece que nadie está dispuesto a ver la perspectiva de los demás. Todo lo que podemos ver es nuestro lado de las cosas.

Si no estás dispuesto a buscar entender y reconocer otras perspectivas, no vas a ser capaz de ver el dolor de otras personas. No podrás ver su temor, su dolor o la injusticia que han enfrentado.

Así no es la manera de Jesucristo. Él siempre estaba viendo más allá de sí mismo hacia las necesidades de otros. Incluso en la cruz, Él estaba pensando en ti.

No es fácil pensar en otros antes que en ti mismo. Ciertamente no es natural. Tú eres, por naturaleza, una persona egoísta. ¡Yo también! Dedicado a mis propios dispositivos, siempre elijo ver por mí, antes de ver por otros.

Solo Jesús puede cambiar mi perspectiva —y la tuya. Solo Jesús puede hacer que estés más interesado en los intereses de alguien más que en los tuyos. Cuando tienes el carácter de Cristo, el deseo de entender antes de ser entendido se vuelve más natural. Solo entonces tú puedes trabajar a través del conflicto mientras piensas en otros antes que en ti.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cómo quieres que alguien responda cuando estás intentando hacer que te entiendan lo que estás diciendo? ¿Haces eso mismo por otros?
  • ¿Te encuentras pensando sobre lo que vas a decir en seguida en lugar de realmente escuchar a alguien? ¿Por qué puede ser una gran tentación?
  • Si en verdad te interesa más la persona con la que estás hablando que exponer tu punto de vista, ¿Cómo puedes cambiar la forma en la que tienes conversaciones?

25 de junio de 2021

Ante la Tentación Cambia tu Enfoque


 “Y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo”. 2 Corintios 10: 5 (NVI)

La razón por la que la tentación nos derrota fácilmente es porque tratamos de resistirla en lugar de reenfocarnos. Lo que resistes, persiste.

Cuanto más piensas en algo, más te atrae. Entonces, si quieres vencer la tentación, no luches contra ella. ¡Cambia tu enfoque!

“No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” Romanos 12:21 (NVI). Si tu mente está llena de buenos pensamientos, no hay lugar para pensamientos que puedan tentarte a pecar.

Durante la pandemia, mientras te quedas en casa más tiempo, puedes enfrentarte a tentaciones recurrentes. Cualesquiera que sean esas áreas, te desanimarás si sigues tratando de luchar contra ellas, especialmente si cedes continuamente.

La clave es volver a enfocar tu atención en otra cosa. Aquí tienes un ejemplo: si eres tentado mientras miras televisión, no te sigas diciendo: “No voy a ver esto”. En su lugar, toma el control remoto y cambia el canal.

La tentación siempre comienza con un pensamiento. Si Satanás no puede llamar tu atención, no puedes ser tentado. Los anunciantes utilizan la misma táctica. Captan tu atención y luego involucran tus emociones. Entonces pasas de la atención a las emociones y a la acción.

¿Alguna vez has experimentado esto? Alguien te pregunta: “¿Tienes hambre en este momento?” Y aunque no tengas hambre, comienzas a sentir hambre. O preguntan: “¿Estás cansado?” Y respondes: “Sabes, en realidad no había pensado en eso, pero ahora que lo mencionas, me siento un poco agotado”.

Lo que sea que llame tu atención, te atrapará.

Por eso, cuando eres tentado, necesitas cambiar tu enfoque. Filipenses 4:8 dice: “Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza” (NTV).

Cuanto más luches contra un pensamiento o sentimiento tentador, más te controlará. ¡Así que no luches contra eso! Vuelve a enfocar y reemplaza tus pensamientos con cosas que sean buenas y te hagan más como Jesús.

Reflexiona sobre esto:

  • ¿Cómo eres tentado en casa durante la pandemia?
  • ¿Cuáles son las formas en que puedes volver a enfocarte para alejarte de estas tentaciones?
  • ¿Cómo puede ayudarte el memorizar las Escrituras a reorientar tus pensamientos cuando eres tentado
  • Basado en Filipenses 4:8, ¿Qué tipo de cosas dice la Biblia que deben llamar tu atención?

23 de junio de 2021

Cómo Mantenerte Estable cuando los Vientos son Cambiantes

 


Asegúrense de que su fe sea solamente en Dios, y no duden, porque una persona que duda tiene la lealtad dividida y es tan inestable como una ola del mar que el viento arrastra y empuja de un lado a otro. Esas personas no deberían esperar nada del Señor; su lealtad está dividida entre Dios y el mundo, y son inestables en todo lo que hacen”. Santiago 1:6-8 (NTV)

¿Alguna vez has tomado una decisión difícil, pero luego, en el momento en que tomaste la decisión, comenzaste a dudar de ti mismo? Agonizaste por ello. Seguías preguntándote si hiciste lo correcto.

La Biblia dice que cuando haces esto eres como una ola empujada en una tormenta. Tienes tantas dudas y te mantienes vacilante porque dependes de tu sabiduría, no de la de Dios.

Es por eso, por lo que Dios quiere que le pidas guía antes de tomar una decisión, y luego confíes en Él y en Su bondad una vez que tomes la decisión.

Cuando lo haces, te liberas de cuestionarte.

Estas son las buenas noticias: incluso si los vientos siguen cambiando y el futuro parece incierto, no es necesario que te sacudan de un lado a otro. Pon tu fe en Dios y solo en Dios.

De lo contrario, Santiago dice que tu lealtad se dividirá entre Dios y el mundo. En algunas traducciones de Santiago 1:8, esta lealtad dividida se traduce como “de doble ánimo”. Esto proviene de una palabra griega que significa de dos almas. Se trata de ser empujado en direcciones opuestas. Se trata de ser indeciso, vacilar de un lado a otro.

Santiago dice que no debes esperar que Dios te dé su sabiduría si constantemente te cuestionas a ti mismo.

El doble ánimo crea una vida espiritual inestable. Bloqueas tus oraciones y evitas que recibas la sabiduría de Dios.

¡Dios quiere darte sabiduría! Cuando confías inequívocamente en Dios en tiempos de incertidumbre, en todo momento, Él te dará todo lo que necesitas para tomar decisiones sabias.

Reflexiona Sobre Esto

  • ¿Cuándo te has encontrado dudando de alguna de tus decisiones? ¿Qué crees que causó esas dudas?
  • ¿Cómo pone Dios su sabiduría a tu disposición?
  • ¿Cuál es un paso que puedes dar esta semana para recordar que debes buscar la sabiduría de Dios antes de tomar una decisión?

7 de junio de 2021

Test para saber si estás con la persona correcta.

 


💓 Son 15 preguntas que deberás contestar con SÍ/NO y, después, leer la respuesta que tendrás más abajo. El único consejo para hacer este test es que seas 100% sincero.

  1. ¿Estás enamorado/a de esa persona?
  2. ¿Tenéis los mismos valores?
  3. ¿Os divertís juntos?
  4. ¿Existe atracción sexual entre los dos?
  5. ¿Sigues teniendo ganas de verle y de hacer cosas con él/ella?
  6. ¿Sabéis discutir sin pelearos?
  7. ¿Existe conexión y química entre vosotros?
  8. ¿Tenéis planes de futuro?
  9. ¿Sientes emociones positivas cuando estás con esa persona (felicidad, alegría, diversión...?
  10. ¿Os esforzáis por mantener el romanticismo?
  11. ¿Tenéis una buena vida sexual?
  12. ¿Sabéis gestionar las discusiones y los problemas?
  13. ¿Respetáis vuestro espacio individual y personal?
  14. ¿Sientes que te trata bien y que te respeta?
  15. ¿Te ves con él/ella durante un largo periodo de tiempo?

Respuestas mayoría SÍ

Es una buena persona para ti. Te hace sentir especial, te sientes bien a su lado y, aunque haya problemas, sabéis gestionarlos correctamente. La relación es positiva para los dos y, si seguís así, lo más seguro es que duréis todo el tiempo que queráis durar.

Empate en las respuestas

Puede ser una buena pareja para ti pero hay cosas que se deben limar. Los problemas en pareja tienen que aprender a hablarse de una forma constructiva y no destructiva. Si los dos os esforzáis un poquito más, seguro que podréis disfrutar de una relación mucho más satisfactoria.

Respuestas mayoría NO

No estáis pasando por un buen momento en la pareja y eso se nota. Por tanto, ante esta situación existen dos caminos: o bien os ponéis manos a la obra, los dos juntos, para intentar remontar vuestra relación o, bien, dejáis de esforzaros. La decisión está en vuestras manos, solo tenéis que hablar y poneros de acuerdo.

2 de junio de 2021

 


Como superar una Ruptura

Puede ser que, si estás leyendo este artículo es porque tu pareja te dejó hace poco, o decidiste terminar tu relación, o estás empezando a pensar en ello, pero el miedo te paraliza ... En cualquier caso, respira y mantén la calma, porque es importante que te des cuenta de que hay parejas que rompen constantemente, esto no es nada especial, al contrario, es completamente normal y común en estos tiempos. Aunque al principio, no importa cuánto dure la relación, cuán repentino termine, o sea más o menos traumático, será un poco doloroso, las cosas pueden ser muy complicadas, un proceso difícil, y cambiará con el tiempo. Ser olvidado en tu mochila como una experiencia más, lo recordarás sin dolor como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje.

Fases de la Separación:

Cuando una relación de pareja termina vivimos un proceso de duelo y es que se trata del fin de una historia.

De la misma forma que ocurre ante la pérdida de un ser querido, nuestra mente necesita tiempo para hacerse  la idea de que las cosas han cambiado. Toca asimilar y afrontar que la otra persona ya no está en nuestra vida, y permitirnos sentir y vivir cada una de las emociones que cada etapa va a traer consigo. Cuando la ruptura llega, lo habitual y lo normal es pasar por las diferentes etapas del duelo (negación, ira, negociación, depresión y aceptación) pero cuidado porque si nos quedamos estancados en alguna de ellas, o si el duelo no se realiza de forma correcta, o la cosa se complica, puede traducirse en un gran bloqueo y podemos vivir un duelo patológico en el que sería necesario solicitar ayuda de un profesional.

Sin duda, conocer estas fases, una por una, te ayudará a entender el proceso por el que estás pasando.

Negación: “Esto no me puede estar pasando a mí”, “es como una pesadilla”, “dime que no es verdad, no es posible”.  Esta es la primera etapa y es el principio de todo. En esta fase te negarás a aceptar que ha terminado la relación, te costará creer que se ha producido la ruptura, sentirás tristeza y probablemente llores.

Ira: “¿Cómo ha podido hacerme esto a mi? ¡Le odio con todas mis fuerzas!” Una vez asimilada la situación, del dolor pasamos al odio. Ira que nace por pensar que te han tratado de forma injusta y/o que te han traicionado. En esta fase suele haber una tristeza profunda y puede haber agresividad y ansiedad.

Negociación: Tercera etapa en la que intentamos buscar soluciones y forzar acuerdos para que la situación cambie. En este punto es habitual actuar de manera mucho más impulsiva enviando mensajes, haciendo llamadas, forzando encuentros sorpresa… que no suelen lograr el objetivo deseado.

Depresión: En esta fase comenzarás a entender por fin todo lo ocurrido, comprenderás que la relación de verdad ha terminado y que no van a volver a estar juntos. En este punto puedes sentirte muy triste, desganado y desesperanzado. Aquí es totalmente normal dejar de comer, dormir mal y no tener ganas de salir.

Aceptación: Última etapa. En esta fase aceptas que terminaste con tu pareja, vas recuperando tus fuerzas y no tienes tantos pensamientos negativos. Los recuerdos de tu pareja (fotografías, regalos…) ya no te causan tanto sufrimiento como lo hacían antes y empiezas a volver a hablar con normalidad de tu ex y de tu relación pasada.

Si no se posee una buena autoestima de base, podemos caer en conductas autodestructivas o en relaciones tóxicas, implicándonos demasiado con otra persona cuando quizás no sea lo más adecuado en ese momento.                                                                                          Esther Sevilla

 Hábitos para Superar una Ruptura de pareja

2.1 Trabaja tu autoestima

2.2 Acepta la situación, bienvenido el cambio

2.3 No te cortes, si te apetece llorar, llora

2.4 Adiós al victimismo

2.5 Mantén y aumenta tu círculo social, oblígate a salir

2.6 No pares, sigue, sigue

2.7 Mira hacia adelante y aprende

2.8 Busca el lado positivo

2.9 Pide ayuda

Trabaja tu autoestima: Una vez más, la autoestima florece y es fundamental trabajarla para sentirte querido, valioso y valorarte como debes. Descubre como potenciar tu autoestima.

Aprende a disfrutar de tu propia compañía, a estar bien contigo mismo y a QUERERTE porque si te gustas, también gustarás.

Acéptate tal y como eres, con lo bueno y lo menos bueno que tengas, esa es tu verdadera identidad y lo que te hace único.

Acepta la situación, bienvenido el cambio. Lo primero, primerísimo de todo es aceptar la nueva situación. Negarnos a creer y aceptar lo que ha ocurrido no sirve de nada, solo alargará el proceso, será aún más complicado si tenías una dependencia emocional muy fuerte con esa persona. Por supuesto que no se trata de negar ni evitar el dolor, no, consiste en aceptarlo y abrazarlo, pero sin quedarnos ahí.

No te cortes, si te apetece llorar, llora: Es importante que si tienes ganas de llorar, lo hagas. No te de vergüenza. Reprimir emociones nunca es bueno, déjalas fluir. Si estás triste, debes sentirlo y desahogarte incluso aunque estés en público, llorar y sentir es de humanos.

Adiós al victimismo: Uno de los errores fundamentales y nada aconsejable que aparece cuando llega la separación es adoptar el papel de víctima. Y aunque seguramente ya lo habrás escuchado un montón de veces, aquí te lo recordamos una vez más, compadecerte de ti mismo es cavar tu propia tumba. Niégate a ser víctima.

Intenta entender que no eres la única persona que ha vivido lo que tú estás viviendo ahora, ni tampoco eres muy diferente del resto de personas que han superado una separación de pareja. Si ellos han podido, tú también.

Mantén y aumenta tu círculo social, oblígate a salir Relacionarte te va a beneficiar, y es que los amigos, los compañeros de trabajo, tu familia y toda persona con la que te sientas bien, a gusto y cómodo va a ejercer una influencia muy positiva sobre ti.

Es cierto que al inicio del duelo siempre preferimos pasar más tiempo a solas para favorecer el desahogo emocional, pero es muy importante que estos momentos de soledad no te aíslen en exceso. Lo peor que puedes hacer después de una ruptura es no hacer nada, encerrarte y/o aislarte. Aunque no te apetezca al principio, esfuérzate por hacer planes, por salir, por quedar, lucha contra la pereza y ya verás que poco a poco te irá costando cada vez menos.  Sal ahí afuera, recupera tu vida social, abre las puertas a nuevas posibilidades.

No pares, sigue, sigue: Hay que evitar la inactividad y no hacer “nada”. La inactividad te bloquea y te atrapa en los pensamientos negativos y nada óptimos en una situación de ruptura. No te puedes permitir el lujo de parar, y es que tras una ruptura, llega un momento de cambio que es idóneo para darte la oportunidad de iniciar nuevos proyectos y de establecer nuevas metas y objetivos. Ponte a ello.

Mira hacia adelante y aprende: Deja de hacer como los cangrejos, no busques en tu pasado, ni mires hacia atrás. Deja de pensar en lo que pasó o en lo que pudo haber sido. Lo que te va a beneficiar es ir mirar hacia delante, es hora de comenzar a pensar en lo bueno que está aún por llegar. Aquí me remito a la cita del inicio y es que el pasado es sólo eso, pasado, no lo podemos cambiar ni modificar, pero si nos sirve para aprender e intentar mejorar los posibles errores cometidos.

Y es que, según Walter Riso, psicólogo y escritor de numerosas publicaciones, con la ruptura sentimental aprendemos qué es lo que no queremos o no vamos a tolerar en futuras relaciones. Tener claro lo que no se va a negociar, ni soportar, ni sacrificar en el futuro es un gran avance para que una posterior relación de pareja sea exitosa.

Busca el lado positivo

Cuando algo ocurre, sea o no esperado, tenemos que intentar ver el lado positivo, esto nos ayudará a mejorar como personas y a no repetir los mismos errores.

Pide ayuda

Si ya ha pasado un tiempo prudencial desde que la relación terminó y aún con todo, sientes que estás anclado, inmóvil, que no has pasado página, te notas demasiado triste, no te apetece salir y no le encuentras sentido a nada, igual es necesario que tu pastor u otra persona de confianza acompañe para superar la ruptura y mejorar así tu bienestar emocional.

 

  “… Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”   hebreos 12:1.  ...