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18 de diciembre de 2014

Fortalecidos

EFESIOS 3:16: para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
Una de las claves para enfrentar la vida, y sus diversas situaciones, es vivir fortalecidos en nuestro ser interior.
Cada día son más las “escuelas de pensamientos” y de “búsqueda espiritual” que ofrecen sus cursos para que la gente desarrolle la fuente de la energía y el poder de la mente. Por cierto todo esto es algo diabólico, disfrazado de "algo bueno" diseñado para engañar, seducir y alejar a la gente de la verdadera fuente de poder: Dios.
El poder más grande del universo reside únicamente en Dios, y Él lo manifiesta aquí en la tierra por medio de la persona del Espíritu Santo .
Cuando recibimos a Cristo en el corazón, como nuestro Salvador personal, se crea una comunicación Dios-ser humano que es estrictamente espiritual, por fe, por medio del Espíritu Santo.
La Biblia enseña que el Espíritu Santo es Dios mismo habitando en el corazón de cada creyente nacido de nuevo. Esa presencia, en la medida de nuestra obediencia y fidelidad a Dios, se va agigantando y llenando cada área de la vida. Cuando eso sucede, podemos decir que hemos adquirido fuerza espiritual para aplicar en la vida cotidiana. Esta Fuerza, nos hace permanecer firmes ante los embates de las presiones y problemas que la vida cotidiana trae. La medida de nuestro éxito en la vida está dada en la medida de la fortaleza de nuestro ser interior.
El desaliento y el desánimo que Usted tiene en este momento puede ser transformado, ahora mismo, en fortaleza de Dios para ayudarle a permanecer firme y estable en esa difícil situación que hoy está atravesando.
Desarrolle intimidad con la presencia de Dios y dígale al Señor cuando se sienta débil interiormente:- Espíritu Santo, fortalece mi ser interior, produce en mí las fuerzas que necesito para seguir hacia adelante sin desmayar -.


CONFESION DE FE:
MI SER INTERIOR SE RENUEVA A DIARIO POR EL PODER DEL ESPIRITU SANTO

ORACION:
¡Hay verdadera fortaleza en Tí, 0h Dios! En este día te alabo y te bendigo pues por el poder de tu Espíritu Santo cambias mi debilidad en fortaleza. ¡Gracias por ayudarme a vivir bien Jesús!

10 de diciembre de 2014

COMPLETAMENTE LIMPIOS

SALMOS 51:10 «Crea en mí, oh DIOS, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí».

Imagínate que eres un agente de aduanas que trabaja en el Aeropuerto Internacional de Ottawa en Canadá. Mientras le haces las preguntas usuales a un hombre que pretende ingresar al país, de repente escuchas un ruido, un sonido extraño y apagado que viene del maletín del hombre. Entonces, le pides al sujeto que abra inmediatamente su maletín, y entre otros materiales ves un pico. Y ahora ves alas… y plumas… ¡y garras!   

De hecho, la historia del ave sucedió no hace mucho tiempo. El amigo emplumado era un guacamayo. Lo que es más, sucedió que se trataba de una clase de guacamayo que se encuentra en la lista de especies en peligro de extinción. ¡Nada bueno! 
No hace falta decir que el contrabandista de aves se metió en un gran lío y su amigo graznador fue confiscado, todo porque la criatura dio a conocer su presencia en un momento inoportuno (¡para el contrabandista!).  
No sé en qué estaba pensando el hombre que cargaba con el ave cuando intentó su desventurada misión en el Canadá. Pero lo que si sabemos es que han habido momentos en que se nos ha descubierto, cuando algún pecado nuestro comenzó a «gritar».

El rey David, después de su fracaso moral con Betsabé, anhelaba que ocurriera algo similar en su corazón. Con la esperanza de que las manchas del pecado fueran lavadas, exclamó: «Crea en mí, oh DIOS, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí».
Esta es la buena noticia para nosotros, que puede solucionarse el problema de nuestros pecados. Cuando necesitamos limpieza, las conocidas palabras de Juan brindan esperanza: «Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad» (1 Juan 1:9).
Nosotros mismos no podemos limpiar nuestro corazón; sólo DIOS puede hacerlo. ¡Si le confesamos nuestros pecados, ÉL promete volvernos completamente limpios!

¿Estás tratando de ocultar tu pecado o lo estas llevando delante de DIOS en arrepentimiento?

ORACIÓN:  Crea en mí, oh DIOS, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. En Cristo Jesús.  Amén.

9 de diciembre de 2014

COMUNICACION ROTA

SALMOS 116: 1-2 “Yo amo al Señor  porque Él escucha mi voz suplicante. Por cuanto Él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida.”

Esto sucedió en los Estados Unidos de Norte América.
El 19 de mayo de 1998 se detuvo la comunicación en nuestro planeta. Al menos eso pensaría uno a juzgar por la reacción. Ese día, el satélite Galaxy IV, de 250 millones de dólares, se salió de su posición debida, inutilizando así casi 90% de los localizadores de los Estados Unidos. ¿Te sentiste desconectado durante ese tiempo? ¿No sonaba el beeper? ¿Te sentiste aislado?
Tal vez eras en ese tiempo el tipo de personas que usaba ese medio de comunicación constante y sabes lo que es sentirse desconectado cuando hay una caída en los sistemas.  Para muchas personas este evento fue bastante serio. Los médicos bregaron mucho para mantenerse en contacto con sus pacientes.
En una entrevista con La Prensa Asociada, un importante profesional de la medicina comparó el fallo técnico con una gran tormenta de nieve; sin los localizadores, los pacientes que esperaban donantes para que les hicieran trasplantes y los bomberos que no estaban de servicio se quedaron desconectados.

El potencial para un desastre ¡era enorme!
¿Te imaginas qué desastre sería para nosotros y para nuestro mundo si perdiéramos la comunicación con DIOS? Sin embargo, cuando oramos, podemos tener siempre la confianza de que tenemos una comunicación confiable e instantánea con ÉL.
Cuando el autor del Salmo 116 se metió en problemas y oró, no recibió un mensaje en su localizador que decía: «Lo sentimos. El satélite no funciona.» Más bien DIOS lo libró y su respuesta fue escribir un salmo de alabanza.
¿Cuánto te ama DIOS? Tanto que constantemente inclina su oído hacia ti. Y siempre responde a tus peticiones, tal vez no con un «SI», pero siempre con lo que es « MEJOR» para ti.

Y recuerda: la comunicación es de dos vías. Ya DIOS te ha «llamado» mediante su Palabra, su Espíritu, y enviando a su Hijo a morir en la cruz para que tú pudieras tener el perdón de pecados y una relación personal con ÉL.
Contesta su comunicación hoy. Si no eres creyente, dile a DIOS que confías en Cristo. Si eres cristiano, habla con ÉL ahora mismo. ÉL siempre está listo para recibir tu mensaje… y responder.

ORACIÓN:  Padre Santo, te doy gracias porque Tú deseas una comunión diaria conmigo. Te ruego que pongas en mi corazón el deseo de venir a Tus pies cada día de mi vida para conocerte más y adorarte como sólo Tú mereces. Te pido aumentes mi fe y me des paciencia para esperar en Tí confiadamente, con la certeza de que Tú puedes librarme de la tribulación y suplir todas mis necesidades de manera perfecta. Te ruego pongas en mí el constante deseo de orar por mis familiares, amigos para que tu Santo Espíritu haga en ellos la obra que Tú deseas. En el nombre de Jesús, amén.

8 de diciembre de 2014

APARENTE ABANDONO

SALMOS 74:10-11 “¿Hasta cuándo, oh DIOS, se burlará el adversario? ¿Por siempre insultará tu nombre el enemigo? ¿Por qué retraes tu mano, tu mano derecha? ¿Por qué te quedas cruzado de brazos?”

¡Oh, la impaciencia! Ciertamente una virtud que pocos conocen y muchos menos logran desarrollar. Éste es uno de los grandes males de estos tiempos postmodernos. Queremos dejar huellas y renombre y por lo tanto dedicamos todo el tiempo a mantenernos ocupados, y no necesariamente en las cosas importantes.

Los grandes avances en el transporte y las telecomunicaciones han logrado que las distancias se acorten y que las decisiones tengan que ser tomadas apresuradamente y sin mucho tiempo para madurar las ideas y analizar todos los aspectos del asunto.
Ese ritmo que aplicamos al trabajo lo utilizamos por igual en las cosas que no son del trabajo y para todo mostramos un saludable dinamismo que lamentablemente va acompañado de la inoportuna impaciencia. De esta manera, cuando hablamos con DIOS y esperamos su respuesta a nuestras súplicas y necesidades, lo hacemos con la misma impaciencia con que nos desesperamos o tocamos la bocina cuando la luz del semáforo cambia de rojo a verde y tenemos un vehículo delante del nuestro.
Está bien que cuando oremos a DIOS y derramemos delante de ÉL lo que hay en nuestro corazón, le dejemos saber la impaciencia que nos agobia por no ver que ÉL nos responde con la inmediatez y urgencia que nuestro caso requiere.

Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos y muy especialmente con DIOS. ÉL conoce nuestra impaciencia y muy posiblemente la situación que estamos atravesando no es más que una oportunidad de las tantas que DIOS aprovecha para enseñarnos a ser pacientes.
Bajemos la guardia y rindamos nuestro tiempo a DIOS. Su respuesta siempre será oportuna, aunque al principio no lo parezca. Confiemos en ÉL pues ÉL sabe qué es lo que más nos conviene, desde todo punto de vista. 

Esperemos con paciencia que las cosas se den en el tiempo de DIOS y no en el tiempo nuestro. Siempre es mejor cuando DIOS actúa, así nos parezca que se tarda mucho. ¡Sólo a DIOS sea la gloria!

ORACIÓN:  Padre Santo, te ruego me des paciencia para esperar a que los planes que Tú tienes para mi vida se lleven a cabo en Tu tiempo. No permitas que mi ansiedad y mi afán hagan que me apresure y cometa errores de los que después tenga que arrepentirme. En el nombre de Jesus, amén.

5 de diciembre de 2014

QUEJOSOS, O QUEJUMBROSOS


NÚMEROS 11:1 Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento.…"

Cuando Max Lucado participó en un triatlón de media distancia, experimentó el poder negativo de la queja. Contó: «Después de nadar casi 2,5 kilómetros y de andar en bicicleta otros 90, no me quedaba mucha energía para correr los casi 21 kilómetros que faltaban. Lo mismo le sucedía al que corría a mi lado, que se quejaba: “Estoy harto. Esta carrera es la decisión más estúpida que tomé”. Entonces, le dije: “Adiós”». Max sabía que, si lo escuchaba mucho tiempo, empezaría a estar de acuerdo con él. Por eso, dijo adiós y siguió corriendo.

La Biblia nos dice que tras escuchar quejas durante mucho tiempo, varios israelitas empezaron a estar de acuerdo con ellas, esto desagradó a DIOS y por una buena razón: ÉL los había libertado de la esclavitud y aceptado vivir con ellos, pero seguían quejándose. Más allá de las dificultades del desierto, estaban insatisfechos con el maná que el Señor les había provisto. Su queja les había hecho olvidar que aquella comida era un regalo de DIOS. Como las quejas pueden envenenar de ingratitud el corazón, y ser contagiosas, el Señor tuvo que juzgarlos.
La forma segura de decirle «adiós» a las quejas y la ingratitud es recordar cada día la fidelidad y la bondad de DIOS para con nosotros. Ser quejumbroso es sinónimo de ingratitud. Las quejas en nuestras vidas nos paralizan y nos impiden ver la gran fidelidad y amor profundo de DIOS.

El pueblo de Israel se quejó porque no se enfocaron en la libertad que vivían, después de DIOS haberlos sacado de cuatrocientos años de esclavitud. Nosotros tampoco hemos estado exento lamentablemente de estar en nuestro desierto, por ser quejumbrosos.
Tenemos que decidirnos con todo nuestro corazón a salir de ese hábito que nos ha hecho tanto daño y concentrarnos en lo que dice la Palabra del Señor, que seamos agradecidos de todo.

Proclamar la fidelidad de DIOS acalla la insatisfacción.

ORACIÓN: Padre Celestial… ayúdame a proclamar tu fidelidad para callar la insatisfacción y seguir caminando hasta la meta, gracias por las muestras de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.

27 de noviembre de 2014

EL INCLINA A MI SU OIDO

SALMOS 116:1-2 “Yo amo al Señor porque El escucha mi voz suplicante. Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida.”

Una de las razones por las cuales podemos confiar plenamente en nuestro amante Padre Celestial es que ÉL es alguien que no nos ignora. Todo lo contrario, ÉL siempre nos dedica toda Su atención y está pendiente de cada mínimo detalle de lo que ocurre en nuestras vidas. Apenas salen las súplicas de nuestros labios—incluso antes—ya ÉL las está escuchando y preparando una respuesta adecuada a nuestras necesidades, de acuerdo a Su voluntad. ¿Dónde más podríamos conseguir tan alto nivel de atención y preocupación por nosotros?
El Rey David era un hombre que vivía su vida de acuerdo con el corazón de DIOS. Él siempre actuaba en consonancia con los deseos del Señor. Él sabía que era lo que a DIOS le agradaba y no sólo lo sabía, sino que su conducta se adaptaba a lo que DIOS exigía de él. No obstante, él se vio sometido a numerosas pruebas y persecuciones. Siempre tenía que estar huyendo de quienes lo perseguían. Hasta quienes alguna vez los consideró como amigos ahora se contaban con sus enemigos y le costó muchísimo disfrutar la paz. Sin embargo, las pruebas y dificultades que atravesó David nunca se constituyeron en una barrera para apartar su corazón del corazón de DIOS. Todo lo contario, mientras más persecuciones y dificultades lo rodeaban, más se apegaba a la misericordia de DIOS y su amorosa protección.

Por esta misma razón cada vez que se nos presente un obstáculo en el camino o sintamos que nuestras fuerzas disminuyen y ya no podemos seguir adelante, podemos acudir al Señor y ÉL inclinará su oído atento para darnos la solución perfecta para nuestras vidas.

Busquemos siempre Su presencia y nunca dejemos de hacerle saber cómo nos sentimos y cómo dependemos de ÉL hasta para las cosas más sencillas de la vida.
DIOS nos escuchará y nos protegerá con Su tierno amor. Por eso digamos junto con el salmista: “Lo invocaré toda mi vida”.

ORACIÓN: Padre Celestial. Perdóname Señor porque muchas veces trato de solucionar mis problemas recurriendo a todos los medios que están a mi alcance olvidándome que Tú eres y tienes la solución a todos ellos. Perdóname Señor y ayúdame a que lo primero que haga, cuando se me presente algún problema o prueba, recurra a Ti Señor. Gracias por las muestras de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.

26 de noviembre de 2014

Estas atravesando un desierto ?

SALMOS 136:16 “Al que guió a su pueblo por el desierto; su gran amor perdura para siempre.”

Al igual que el pueblo de Israel tuvo que atravesar un desierto por un largo tiempo después de que fue liberado de la esclavitud a la cual lo había sometido el Faraón de Egipto, a nosotros también nos toca recorrer nuestro propio desierto. El desierto es aprendizaje y la duración del mismo dependerá de nuestra capacidad de aprendizaje.
Si aprendemos rápido, saldremos pronto de él. Si nos cuesta mucho aprender entonces nos tardaremos más. Este aprendizaje va íntimamente ligado a la obediencia. Si somos obedientes, aprenderemos rápidamente. Si por el contrario, nos dedicamos a ignorar voluntariamente los preceptos que ha establecido DIOS para nuestra vida, entonces el aprendizaje será lento y tedioso.
¿Estás siguiendo la sabia dirección de DIOS para tu vida?

Recuerda la experiencia del pueblo de Israel que se tardó cuarenta años para alcanzar la tierra prometida.
¿Quieres una vida que progrese lentamente con poco desarrollo espiritual o prefieres avanzar rápidamente hacia la madurez en Cristo?
En tus manos está la respuesta. Recuerda, la obediencia a DIOS es la clave de todo este asunto. A veces nuestro deseo de creer que DIOS puede sacarnos de la situación en que nos encontramos disminuye debido a la excesiva presión a la que estamos siendo sometidos. Nos cansamos de esperar y comenzamos a reclamarle a DIOS y a refunfuñar como si nosotros supiéramos más que ÉL acerca de cómo obtener soluciones efectivas. DIOS desea que nosotros seamos obedientes a Su llamado y a Su guía.

Si tu fe se ha debilitado recuerda todas las maravillosas cosas que ÉL ha hecho para ti y por ti. ÉL nunca te ha abandonado aunque pienses que esto haya ocurrido porque has llegado a un punto en ese desierto que ya no puedes más. Descansa en la fortaleza de nuestro Señor Jesucristo. ÉL tiene poder y autoridad para resolver cualquier cosa por imposible que ello parezca.
No lo dudes ni un instante. ÉL espera que nosotros confiemos completamente en ÉL.

ORACIÓN: Gracias Padre Celestial porque Tú nunca me abandonas y me ayudas a caminar en esta vida. Sé que Tú estás a mi lado y me colmas de bendiciones, dándome esta vida, salud, trabajo, el amor de mi familia, el cariño de mis amistades, el pan diario de cada día y muchas otras cosas más. Gracias DIOS mío por las muestras de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.

25 de noviembre de 2014

BIEN POR MAL

PROVERBIOS 17:13 “Al que devuelve mal por bien, nunca el mal se apartará de su familia.”

De una cosa podemos estar seguros y ésta es que toda acción tiene sus consecuencias. Si las acciones son buenas, las consecuencias también serán buenas. Lo contrario también aplica. Las malas acciones traen malas consecuencias.

Es sorprendente que algo tan simple como esto se pase por alto cuando estamos tomando decisiones. Una razón puede ser que nunca nos detenemos a pensar antes de tomar una decisión. Una inmensa cantidad de nuestras decisiones son tomadas en una fracción de segundo sin que las analicemos a fondo ni calculemos las consecuencias que traerán.
Nuestra reacción natural es responder con la misma moneda con que nos han pagado. ¿Mecanismo de defensa o necesidad de venganza? Además, nos han adiestrado a que debemos ser rápidos para tomar decisiones y a que no debemos perder tiempo para reaccionar adecuadamente. La mezcla de estas dos cosas nos hace cometer muchos errores de continuo.

Dos cosas podemos hacer para revertir estas peligrosas tendencias que buscan controlar nuestro ser y adueñarse de nuestra voluntad:
  • Lo primero es obedecer lo que nos encargó el Señor Jesucristo: «Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente.”Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda.» Éste posiblemente, sea uno de los mandamientos más difíciles de cumplir porque nuestra naturaleza pecaminosa es muy fuerte en este sentido.
  • Lo otro que podemos hacer es no apresurarnos para tomar decisiones antes de haber consultado con nuestro Padre Celestial y preguntarnos si lo que vamos a decidir es algo de su agrado, por apremiante que la situación se presente. A menos que la situación planteada sea un caso de vida o muerte. En todo caso, estas cosas sólo podemos lograrlas bajo la dirección del Espíritu Santo y nunca por nuestros propios medios aunque nos parezca que somos capaces de hacerlo.

Recordemos, pues, las instrucciones del Señor y dejémonos guiar por Su Santo Espíritu. Pronto notarás como las buenas acciones traerán buenas consecuencias. ¡Sólo a DIOS sea la gloria!


ORACIÓN: Ayúdame Señor a cumplir Tu voluntad… de amar a mi prójimo, como a mí mismo… En el nombre de Cristo, amén

24 de noviembre de 2014

CAMINOS

PROVERBIOS 2:12-13 “La sabiduría te librará del camino de los malvados, de los que profieren palabras perversas, de los que se apartan del camino recto para andar por sendas tenebrosas,”

JUAN 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”

Hay caminos anchos y espaciosos y hay caminos estrechos y difíciles. Hay caminos llanos y otros son muy empinados. Hay caminos derechos y otros son extremadamente con muchas curvas. Hay caminos de sombras y hay caminos claros e iluminados. 

En fin, hay muchas clases de caminos y a casi todos nosotros nos ha tocado, nos toca y nos tocará tener que transitar por muchos de estos diferentes caminos a lo largo de nuestra vida. 
Pero, ¿qué es lo que hace que la serenidad del caminante y su progreso no dependa de las variadas circunstancias del terreno y que muchos, aunque les haya tocado senderos llenos de obstáculos y dificultades, se sientan seguros y confiados; qué es lo que hace  del trayecto agradable o desagradable?
La diferencia está en quién te acompaña en tu travesía. ¿A quién has buscado para que te ayude a avanzar sin problemas, independientemente de las eventualidad de la vida? 
Hay un sólo compañero que puede garantizarte la paz y el gozo y el avance seguro hacia el mejor destino y ÉL es el Señor Jesucristo. De su mano, no tenemos por qué temer pues ÉL se encargará de retirar cualquier obstáculo que se interponga a nuestro paso y nos dará vía libre hasta la presencia del Altísimo.
Cuidemos, pues, de hacernos acompañar por la única persona que nos da garantías de llevarnos a feliz término independientemente del sendero que tengamos que recorrer.

Busca hoy a Cristo y toma Su mano.

ORACIÓN: Gracias Señor porque en Ti encuentro esa seguridad que necesito para transitar por este mundo. Tú eres mi copiloto. En Ti confío. Gracias Señor. En el nombre de Cristo, amén.

23 de noviembre de 2014

VIDA VICTORIOSA

HABACUC 1:2-3 “¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves? ¿Por qué me haces presenciar calamidades? ¿Por qué debo contemplar el sufrimiento? Veo ante mis ojos destrucción y violencia; surgen riñas y abundan las contiendas."

Cuando pienses que ya no queda esperanza porque todo está perdido recuerda que el tiempo de DIOS es preciso. DIOS nunca llega antes ni después. ÉL llega justo en el momento de mayor necesidad y cuando es más conveniente.
Nosotros que estamos tan acostumbrados a estar pendientes de los años, meses, días, horas, minutos y segundos nos desconcertamos cuando pensamos que DIOS se tarda en responder. 
Para comenzar, ÉL no es un genio que se encuentra atrapado en una botella y que si lo liberamos, nos concederá tres deseos.

Si hay algo que debemos entender es que DIOS está más allá del tiempo y el espacio y por lo tanto no está sujeto a las limitaciones de éstos. Alguien nos vendió la idea de que la vida plena debía ser un jardín de rosas, libre de problemas y dificultades. Quien nos vendió esta utopía pasó por alto que las rosas con todo lo bellas y fragantes que son, también tienen espinas.
El Señor Jesús nos prometió que si lo aceptábamos como Señor y Salvador tendríamos vidas abundantes. ÉL no habló de jardines de rosas ni de vidas libres de problemas. Por el contrario nos advirtió que en este mundo afrontaríamos aflicciones.
Lo que DIOS nos da para afrontar las aflicciones y los problemas es fortaleza y ánimo para que no desmayemos y salgamos victoriosos, perfeccionados y fortalecidos para enfrentar retos aún más difíciles con éxito total. La vida abundante es aquella que es victoriosa sobre los problemas.

DIOS está bien al tanto de tu situación. ÉL sabe perfectamente cuál es tu sufrimiento y no se quedará tranquilo hasta haberte concedido Su justicia divina. Espera con paciencia el tiempo de DIOS y la paz del Señor inundará tu ser y te dará la tranquilidad y fortaleza que necesitas en ese momento para superar la prueba.

ORACIÓN: Padre Celestial. Me acerco a Ti para pedirte ayuda. Estoy pasando momentos muy difíciles y sé que Tú me puedes ayudar. Te entrego todas mis preocupaciones. Gracias Señor porque Tú has prometido ayudarme. En el nombre de Cristo, amén.

  “… Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”   hebreos 12:1.  ...