Vistas de página en total

29 de abril de 2015

Abrir

ISAIAS 41:18: En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.

Cuando uno hace todo lo posible para que se abran las puertas en diversas situaciones, y no sucede nada, se origina en nuestro ser una sensación de frustración.
Cuando uno hace algo malo ya sabe que recompensa tendrá, pero cuando hemos hecho todo lo máximo y bien según nuestras posibilidades, y nada sucede, se origina una gran tribulación interior.
Al caminar con el Señor aprendemos que a veces existen tiempos de “puertas cerradas”, que no son por causa de nuestra pecaminosidad sino por un motivo santo del Señor para enseñarnos a confiar en El.
El pasaje de este día nos da una palabra clave: Abrir. Esa palabra es exclusiva de Dios, y si caminamos con El debemos permitirle que la pronuncie con su voz de mando para que aquí en la tierra, y en nuestras circunstancias, veamos las puertas abiertas.
El Señor es el que cierra y nadie puede abrir y el que abre y nadie puede cerrar. En la sociedad que vivimos, con un ritmo tan acelerado, es difícil comprender esta verdad pero si decidimos caminar al ritmo del Espíritu Santo experimentaremos, en el tiempo de Dios, la bendición de ver abrirse las puertas de bendiciones en nuestras vidas.

CONFESION DE FE:
EL SEÑOR ME ABRE LAS PUERTAS HACIA SUS BENDICIONES
ORACION:
Me siento cansado Señor de intentar abrir puertas por mi mismo. Por eso en este día quiero descansar en Tí, para darte lugar a que trabajes yendo delante mío para hacer lo que yo no puedo hacer. ¡Tú eres el único que abre las puertas hacia las bendiciones!

No hay comentarios:

  “… Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”   hebreos 12:1.  ...