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16 de enero de 2015

Es usted un desertor ?

MATEO 26:56 "Pero todo esto ha sucedido para que se cumpla lo que escribieron los profetas. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.”

A pesar de haber sido advertidos, la huida de los discípulos muestra cuánto más usual es huir que mantenerse firme en lo que uno cree. Esta costumbre se aplica por igual a ricos y a pobres, jóvenes y viejos.
Antes de atacar a Rusia, parecía que Napoleón tenía el mundo al alcance de sus manos. Pero cuando la invasión a Rusia falló, Napoleón, temiendo ser destituido en su propio país, abandonó a su sufriente ejército y de apuro emprendió su regreso a Francia. Al llegar a un río, el asustado general le preguntó a quien dirigía el bote si muchos desertores habían pasado ya por allí. El ruso le contestó: "No, usted es el primero".

Al mantenerse firme en su misión de redimir a la humanidad pecadora, y aun cuando tenía otras opciones, Jesús nos dejó un gran ejemplo de no ser desertores. El Hijo de DIOS reveló, durante Su peregrinaje terrenal, que su único interés era cumplir con la tarea que DIOS le había puesto por delante. «Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra… he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió».

En esta declaración vemos que entendía claramente Su misión, la cual incluía entregar Su vida en la cruz por aquellos que amaba.  ÉL entendía que entraba en la etapa más difícil de Su peregrinaje; en ella se enfrentaría no solamente a una creciente oposición, sino a Sus propios temores frente a la cruz. Para avanzar con paso firme hacia la copa que el Padre le tenía reservada, era necesario que dispusiera Su espíritu para desatender todo aquello que pudiera distraerlo de Su cometido.

Aunque no ignoraba las grandes dificultades que tenía por delante, decidió no permitir que las mismas afectaran el cumplimiento de Su misión. Bien podía haber escapado, después de todo, ya había experimentado el rechazo de los Suyos y de una multitud hostil, pero Jesús no era un desertor. Su Padre le había confiado la tarea de salvar a la humanidad, y ÉL la completó
Para que otros también puedan conocer el mensaje de salvación, los cristianos somos llamados a mantenernos firmes en lo que creemos y compartir las buenas nuevas del Evangelio. Esta firmeza de propósito es fundamental para aquellos que anhelamos cumplir con la misión que el Señor nos ha encomendado, pues de seguro tendremos una multitud de situaciones adversas en el camino.

Que DIOS nos de fuerza y poder para ser un miembro fiel de Su causa, y así no convertirnos en desertores de la cruzada del Señor.

ORACIÓN: Ayúdame Señor a serte fiel en todo momento y todo lo que haga sea de Tu agrado. Gracias Señor. En el nombre de Cristo, amén.

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