1 PEDRO 2:24: quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
La lucha interna de los pensamientos es una batalla que debemos ganar día a día, especialmente aquellos pensamientos que no provienen de Dios sino del enemigo de nuestras almas, el diablo, que quiere hacernos sentir mal y que no disfrutemos la gracia perdonadora del Señor.
Pareciera que ciertos pecados que hemos cometido, luego de confesarlos y recibir la limpieza y perdón del Señor, aún siguen siendo recordados por nuestra mente. Es como que sabemos que somos perdonados, pero nuestros pensamientos nos recuerdan a cada instante ese pecado.
El pasaje de este día dice que el Señor llevó nuestros pecados. Esa palabra da la idea de trasladar una cosa de un lugar a otro. ¡Y eso es lo que suecedió con el pecado en su vida!. Cuando usted reconoció su pecado y lo confesó, el Señor lo limpió, perdonó y llevó ese pecado lejos de su vida para siempre. Usted ya no debe cargar más con esa culpa torturadora. Lo que sucede es que el enemigo es acusador y está intentando, todo el tiempo, desacreditar la obra de Dios en su vida.
Cada vez que le venga a la mente un pecado que usted ha confesado y recibido el perdón, recuerde también que ese pecado ha sido llevado a otro lugar lejos de su vida para siempre, pues usted ha sido totalmente perdonado por el Señor.
CONFESION DE FE
EL SEÑOR HA PERDONADO MIS PECADOS CONFESADOS Y SE LOS HA LLEVADO DE MI VIDA
ORACION:
Quiero ganar con tu ayuda Señor, esta batalla de la mente que quiere hacerme vivir en condenación. Gracias por recordarme en tu Palabra que Tú te llevaste mis pecados confesados para siempre. ¡Bendito sea Tu poderoso Nombre!
Pareciera que ciertos pecados que hemos cometido, luego de confesarlos y recibir la limpieza y perdón del Señor, aún siguen siendo recordados por nuestra mente. Es como que sabemos que somos perdonados, pero nuestros pensamientos nos recuerdan a cada instante ese pecado.
El pasaje de este día dice que el Señor llevó nuestros pecados. Esa palabra da la idea de trasladar una cosa de un lugar a otro. ¡Y eso es lo que suecedió con el pecado en su vida!. Cuando usted reconoció su pecado y lo confesó, el Señor lo limpió, perdonó y llevó ese pecado lejos de su vida para siempre. Usted ya no debe cargar más con esa culpa torturadora. Lo que sucede es que el enemigo es acusador y está intentando, todo el tiempo, desacreditar la obra de Dios en su vida.
Cada vez que le venga a la mente un pecado que usted ha confesado y recibido el perdón, recuerde también que ese pecado ha sido llevado a otro lugar lejos de su vida para siempre, pues usted ha sido totalmente perdonado por el Señor.
CONFESION DE FE
EL SEÑOR HA PERDONADO MIS PECADOS CONFESADOS Y SE LOS HA LLEVADO DE MI VIDA
ORACION:
Quiero ganar con tu ayuda Señor, esta batalla de la mente que quiere hacerme vivir en condenación. Gracias por recordarme en tu Palabra que Tú te llevaste mis pecados confesados para siempre. ¡Bendito sea Tu poderoso Nombre!
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