Según un estudio de la revista Journal of Health and Social Behaviour que se publicará en la edición de septiembre, el matrimonio estable y de larga duración puede ser favorable para la salud. Por otro lado, la viudez o el divorcio dejan cicatrices en las personas mayores o de edad mediana.
Cuando las personas contraen nupcias nuevamente puede que se reduzca el mal causado, pero no significa que quita de todo el daño causado por la ruptura conyugal, ya sea por fallecimiento del cónyuge o divorcio. Los que se quedan solos después de finalizado su matrimonio están menos sanos que los que vuelven a casarse, según indica la Asociación Sociológica Estadounidense.
Por su parte, los que nunca se casaron mostraron una condición de salud mejor que los que contrajeron nupcias y experimentaron divorcios o pérdida del cónyuge. Aunque a la misma vez los investigadores encontraron que los que nunca se casaron tenían un grado significativo de más síntomas depresivos, limitaciones para moverse y una peor percepción de su salud.
"Llegamos a la conclusión de que la pérdida de un matrimonio es un acontecimiento extremadamente estresante y que un período de estrés elevado tiene un precio para la salud", manifestó Linda Waite, profesora de sociología, coautora del estudio y directora del Centro sobre Envejecimiento en la Universidad de Chicago. "Imagínese que la salud es dinero guardado en el banco", añadió. "El matrimonio es un mecanismo de ‘ahorro', de adición a la salud. Pero el divorcio es un período de gastos muy altos."
Los encargados del estudio obtuvieron los datos del Estudio de Salud y Jubilación, el cual es un análisis nacional longitudinal que observa a individuos mayores de 50 años. En total estudiaron 8,652 personas caucásicas, afroamericanas e hispanas entre los 51 y 61 años de edad.
"Si bien dice el refrán ‘es mejor haber amado y perdido', los divorcios múltiples crean prolongadas condiciones de estrés y socavan la capacidad personal de orientar la vida propia, y eso es mucho peor que no haberse casado", señaló la especialista en manejo de estrés, Debbie Mandel.
Fuente: Noticias Yahoo
Cuando las personas contraen nupcias nuevamente puede que se reduzca el mal causado, pero no significa que quita de todo el daño causado por la ruptura conyugal, ya sea por fallecimiento del cónyuge o divorcio. Los que se quedan solos después de finalizado su matrimonio están menos sanos que los que vuelven a casarse, según indica la Asociación Sociológica Estadounidense.
Por su parte, los que nunca se casaron mostraron una condición de salud mejor que los que contrajeron nupcias y experimentaron divorcios o pérdida del cónyuge. Aunque a la misma vez los investigadores encontraron que los que nunca se casaron tenían un grado significativo de más síntomas depresivos, limitaciones para moverse y una peor percepción de su salud.
"Llegamos a la conclusión de que la pérdida de un matrimonio es un acontecimiento extremadamente estresante y que un período de estrés elevado tiene un precio para la salud", manifestó Linda Waite, profesora de sociología, coautora del estudio y directora del Centro sobre Envejecimiento en la Universidad de Chicago. "Imagínese que la salud es dinero guardado en el banco", añadió. "El matrimonio es un mecanismo de ‘ahorro', de adición a la salud. Pero el divorcio es un período de gastos muy altos."
Los encargados del estudio obtuvieron los datos del Estudio de Salud y Jubilación, el cual es un análisis nacional longitudinal que observa a individuos mayores de 50 años. En total estudiaron 8,652 personas caucásicas, afroamericanas e hispanas entre los 51 y 61 años de edad.
"Si bien dice el refrán ‘es mejor haber amado y perdido', los divorcios múltiples crean prolongadas condiciones de estrés y socavan la capacidad personal de orientar la vida propia, y eso es mucho peor que no haberse casado", señaló la especialista en manejo de estrés, Debbie Mandel.
Fuente: Noticias Yahoo
No hay comentarios:
Publicar un comentario