Amistad Cristiana, la secta que de paso ha sido responsable de esparcir en México las fraudulentas doctrinas de la prosperidad, se ha convertido a últimas fechas en un laboratorio de experiencias esotéricas demenciales. En su congreso anual de 1996 llevado a cabo en el Centro de Convenciones de Tlalnepantla, Estado de México en el mes de mayo, el delirio dio paso a la locura cuando el orador invitado, Jeff Collins se quitó un zapato y se lo metió a la boca frente a unas dos mil personas proclamando que su ridícula actuación era dirigida por el Espíritu de Dios48. Los números especiales del singular show de Amistad Cristiana incluyeron gente que corría frenéticamente de un lugar a otro por los pasillos “por inspiración divina”49. Un espectador que fue atraído por la seductora propaganda de la secta, salió asustado del evento pensando que las locuras que veía hacer a muchos eran en verdad efectos del exceso de alcohol.
Borracheras Celestiales a Cambio de Dinero: La realidad del asunto.
El asunto de las “borracheras espirituales” en dicho evento fue llevado a una de sus consecuencias naturales por los organizadores; algunos se sorprendieron cuando, a semejanza de cualquier cantina, se les pidió “pagar la cuenta”. Además de los 30.00 pesos por persona que se cobró por entrada, se vendían cassettes a veinte y se pedían insistentemente ofrendas haciendo colectas públicas en cada reunión. Bueno ¡hasta playeras se vendían con estampados de caricaturas de personas embriagadas con “el vino celestial”!50.
A nadie debe extrañarle la voraz mercadería que a menudo viene asociada con eventos como estos. Las alabanzas que se cantan en sectas como Amistad Cristiana bien podrían ir entonadas con la música de la popular canción “Money, Money” (“Dinero, Dinero”) pues se suele suplicar su presencia inmediata con fervor, como si fuera Dios Todopoderoso. Se ora, se pide, se ruega, se manipula, se promete. Hasta se le insinuan amenazas de castigos divinos a la gente, con tal de sacarle algo de los bolsillos.
Para Fernando Sosa esto es algo natural pues por mucho tiempo ha predicado la doctrina norteamericana de la prosperidad, enseñando que “Un hijo de Dios deber ser rico”51. No dudamos que logrará su meta con el productivo negocio de las “cantinas espirituales”. ¡Después de todo pocos Bares pueden reunir 2000 personas cobrando un cover de 30.00 pesos por cabeza!
¿Gozo o Histeria Colectiva?
A nadie debe extrañarle la voraz mercadería que a menudo viene asociada con eventos como estos. Las alabanzas que se cantan en sectas como Amistad Cristiana bien podrían ir entonadas con la música de la popular canción “Money, Money” (“Dinero, Dinero”) pues se suele suplicar su presencia inmediata con fervor, como si fuera Dios Todopoderoso. Se ora, se pide, se ruega, se manipula, se promete. Hasta se le insinuan amenazas de castigos divinos a la gente, con tal de sacarle algo de los bolsillos.
Para Fernando Sosa esto es algo natural pues por mucho tiempo ha predicado la doctrina norteamericana de la prosperidad, enseñando que “Un hijo de Dios deber ser rico”51. No dudamos que logrará su meta con el productivo negocio de las “cantinas espirituales”. ¡Después de todo pocos Bares pueden reunir 2000 personas cobrando un cover de 30.00 pesos por cabeza!
¿Gozo o Histeria Colectiva?
Un revelador video producido por una de las iglesias de Ministerios Mundiales del apóstol Rosario, muestra que tan crédula es la gente cuando se trata del tipo de experiencias que venimos analizando. En el mismo se puede ver una reunión especial para recibir la famosa “Risa Santa”, con Fernando Sosa y Nahum Rosario en una iglesia al Sur de la Cd. de México; ¿el objetivo? profundizar en la novedosa experiencia y compartir el “vino” que dará gozo y felicidad a los asistentes .
Pero gozo e histeria ciertamente no son lo mismo. En una de las tomas del video se observa antes de pasar al sermón, a un auditorio con cientos de personas a la hora de las alabanzas; el cuadro presenta un panorama desolador en cuanto a gozo se refiere ya que a pesar de la estridencia de los cantos y de la moderna instrumentación, los rostros reflejan una apariencia más bien agobiada, triste y bastante distraída. (Incluido el mismo Fernando Sosa)52.
Ante una escena como esta es legítimo preguntar ¿en dónde está el gozo de que tanto se habla? ¿no es la alabanza y la adoración uno de los momentos de más satisfacción para los creyentes avivados? ¿por qué están los rostros apagados, con miradas de tedio y tristeza en medio del derramamiento de la “Risa Santa”?
El mismo video termina con un Fernando Sosa súbitamente transformado, que después de su predicación, caerse al piso y actuar y hablar como si estuviera borracho invita a pasar al frente a todos los oyentes que quieran “embriagarse” espiritualmente. Al llamado responden sobre todo jovencitas, señoras y algunos niños que ante las pretensiones del gurú de impartir un vino imaginario que hace reír, reaccionan con carcajadas histéricas, (algunas evidentemente forzadas), y caídas al suelo a la repetitiva voz de “¡recibe!” y “¡más, más, más!”. Las escenas del culto incluyen a una persona que danza y se convulsiona a la manera de los rituales de macumba y espiritualismo brasileño. Mientras todo esto sucede al frente con algunas decenas, al fondo del templo se puede ver a la mayoría de los asistentes con los mismos rostros anteriormente descritos53. No hay risa y nunca se ve que reciban el supuesto efecto de la “borrachera espiritual”. Mucho menos la tan anunciada felicidad instantánea que dicen que debería acompañar estas experiencias.
Pero gozo e histeria ciertamente no son lo mismo. En una de las tomas del video se observa antes de pasar al sermón, a un auditorio con cientos de personas a la hora de las alabanzas; el cuadro presenta un panorama desolador en cuanto a gozo se refiere ya que a pesar de la estridencia de los cantos y de la moderna instrumentación, los rostros reflejan una apariencia más bien agobiada, triste y bastante distraída. (Incluido el mismo Fernando Sosa)52.
Ante una escena como esta es legítimo preguntar ¿en dónde está el gozo de que tanto se habla? ¿no es la alabanza y la adoración uno de los momentos de más satisfacción para los creyentes avivados? ¿por qué están los rostros apagados, con miradas de tedio y tristeza en medio del derramamiento de la “Risa Santa”?
El mismo video termina con un Fernando Sosa súbitamente transformado, que después de su predicación, caerse al piso y actuar y hablar como si estuviera borracho invita a pasar al frente a todos los oyentes que quieran “embriagarse” espiritualmente. Al llamado responden sobre todo jovencitas, señoras y algunos niños que ante las pretensiones del gurú de impartir un vino imaginario que hace reír, reaccionan con carcajadas histéricas, (algunas evidentemente forzadas), y caídas al suelo a la repetitiva voz de “¡recibe!” y “¡más, más, más!”. Las escenas del culto incluyen a una persona que danza y se convulsiona a la manera de los rituales de macumba y espiritualismo brasileño. Mientras todo esto sucede al frente con algunas decenas, al fondo del templo se puede ver a la mayoría de los asistentes con los mismos rostros anteriormente descritos53. No hay risa y nunca se ve que reciban el supuesto efecto de la “borrachera espiritual”. Mucho menos la tan anunciada felicidad instantánea que dicen que debería acompañar estas experiencias.
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